El blog de Miguel García Loizaga

Carta de los RRMM a Miguel

Querido Miguel:

Hemos decidido responder a tu carta de este año para decirte algo importante.

Llevábamos tiempo avisando. Desde que empezamos a dedicarnos a esto, han sido muchísimos años, muchos más de los que puede vivir cualquier persona, que los tres hemos estado recorriendo el mundo y repartiendo millones de juguetes mientras nos íbamos haciendo más y más viejos y, mientras tanto, venga a nacer más y más niños, lo que acabó por dejarnos agotadísimos. Miguel, somos magos, no inmortales ¿qué te creías?

Así que llegó un momento en el que tuvimos que pensar algún modo más o menos ingenioso de seguir haciéndolo sin tener que darnos la gran paliza de todos los años. Además, desde lo del COVID, estamos bastante acojonados, apenas salimos del palacio y no nos atrevemos ni a subirnos a la cabalgata.

Aunque los hijos venís sin instrucciones y en ningún sitio se enseña eso de ser mamá o papá para hacerlo bien, lo cierto es que no nos quedó otra que pasarles el marrón a los mismos que te cuidan, te quieren y se preocupan por ti todo el año: papá y mamá. Bueno, no sólo a tus padres, sino a todos los padres del mundo, claro. Ellos lo tienen mucho más fácil que nosotros, como comprenderás.

Al principio, cuando les propusimos el trato, protestaron un montón: que si los juguetes están carísimos, que si dónde los iban a guardar, que si se iban a hacer un lío con los paquetes… pero, al final, no les quedó otra que conformarse y oye, al menos los tuyos, no lo han hecho tan mal ¿verdad?

Tampoco es tan complicado. Sólo tienen que estar atentos a si te portas bien durante el año y sacas buenas notas, leer atentamente tu carta y preparar los regalos la noche del cinco de enero para que nosotros, eso sí, disfrutemos con la cara que se os queda a ti y a tu hermano Mario cuando los veis, que en realidad es lo que más nos mola y todavía podemos hacerlo, pa eso tenemos poderes.

El caso es que ese es el acuerdo al que llegamos con tus padres. Pero con los niños que, como tú, ya se han hecho mayores, también tenemos un trato que hacer, y este año te toca a ti decidir si lo aceptas o no.

Primero: no se lo puedes contar a NADIE que sea más pequeño que tú. Sobre todo, a Mario. Deberás guardar el secreto hasta que tu hermano sea igual de mayor y pueda comprenderlo. Él no debe saber que nosotros ya no podemos poner los regalos y que son papá y mamá los que nos ayudan porque, si no ¿qué pensará de nosotros? ¿dónde estará la magia?

¿Te acuerdas de lo que tú sentías cuando eras más pequeño y te ibas a la cama el cinco de enero? ¿lo que sentiste el día que nos escuchaste poner los regalos a través de la puerta cuando vivías en la otra casa? ¿o cuando nos veías en la cabalgata?… Pues eso es lo que deben sentir todos los niños del mundo y queremos que siga sintiendo Mario. El secreto se ha de decir sólo a los niños responsables, a los que ya pueden entender que nosotros los queremos mucho y que por eso pedimos ayuda a las personas que más los quieren a ellos: papá y mamá.

Segundo: Algunos padres que nos ayudan están sin trabajo o no tienen dinero para comprar regalos caros a sus hijos. Por eso, necesitamos que tú también te conviertas «un poquito» en Rey Mago y compartas tus juguetes con los demás. No presumas demasiado de todo lo que te han traído, nunca se sabe si los que te escuchan tienen tanta suerte como tú. Tienes unos padres, unos abuelos y unos tíos muy, muy generosos y, aunque eres un poco quejica, sabes que siempre te han hecho unos regalos de reyes maravillosos.

Tercero: Además de a tu hermano Mario, NO SE LO CUENTES TAMPOCO A TU ABUELA. Ella nunca se enteró de nuestro acuerdo con los padres y sigue creyendo que somos nosotros los que vamos a vuestra casa, por eso está allí contigo todos los seis de enero igual de ilusionada que vosotros. Bueno, menos el año pasado, que cogiste el COVID y la pobre se tuvo que dar media vuelta a mitad de camino de Málaga por si se contagiaba.

No te pedimos demasiado ¿verdad? Estamos seguros de que lo harás estupendamente. Te queremos mucho, pero no olvides que los que más te quieren de este mundo y te querrán siempre, siempre, son papá y mamá.

Atentamente: SSMM de Oriente, Melchor, Gaspar y Baltasar

PD: Papá Noel y el Ratón Pérez son fake. El viejo siempre ha pasado de ir a los países donde no se habla inglés, aunque algunos padres se empeñen en poner los regalos el veinticinco de diciembre en lugar del seis de enero; y si a nosotros, que somos magos, nos costaba un año entero organizar las entregas del Día de Reyes, no nos creemos que una rata asquerosa pueda saber cuándo se te cae un diente y tener una chuche lista para dejártela esa misma noche en la almohada. Lo sentimos pero no cuela.

 

 

 

 

 

 

 

 

Deja un comentario